Quizá sea tan especial porque tienes que esperar todo un año para que vuelva a ser Día de Reyes, no sé... en mi caso es todo el proceso, me encanta... tramar los regalos con mi hermano, ir a comprarlos de estrangis, ir a ver la cabalgata y esperar al final para ver a Baltasar con su anillo de luces, el que tanto me gustaba de pequeña, volver a casa, coger los zapatos limpios y ponerlos con toda la ilusión, cenar rápido e irse a la cama pronto, oír los paseos de mis padres por el pasillo cuando ya se piensan que estamos dormidos (pero nunca lo estamos) trayendo y llevando regalos, envolviendo todo lo que no está envuelto (que sí, Carlota, en mi casa también suele ser casi todo jaja), que mi hermano me despierte a media noche para ir a mirar los regalos y cavilar sobre qué pueden tener, añadir los nuestros con cuidado de no hacer ruido, volver a la cama nerviosísimos y no pegar ojo en lo que queda de noche, pensando qué tendran o no dentro los envoltorios de colores de la sala, y por fin despertarnos a las seis de la mañana (como máximo) y aburrir a nuestros padres hasta que se levantan y abrimos los regalos (el efecto secundario de levantarse a esas horas y no dormir son las correspondientes caras de sobao en todas las fotos de Reyes xDD), después nos volvemos a la cama (generalmente por orden invariable de mi madre) y a una hora prudencial (sobre las nueve o las diez) desyunamos el mítico chocolate con roscón (y claro, el que encuentra la figura paga jaja), y mi padre hace la broma de todos los años, cavilando dónde está más abultado y cortando hasta que hace como que encuentra algo duro.
No sé por qué, pero siempre se me queda ese nerviosismo de la noche de Reyes, cumpla los años que cumpla (ya dije por ahí que tengo un pequeño Peter Pan dentro), la ilusión de los regalos, de las cartas que los Reyes nos dejan y por supuesto de las tazas de leche y los bizcochos que desaparecen como por arte de magia, aunque sepa que son mis padres los que se lo zampan.
Este año, los regalos serán como de costumbre, por lo menos por parte de mi hermano y mía...
En honor al post de Santa Claus, el regalo de mi padre van a ser unos calcetines, un cornetín y una peonza, todo casero y sin gastar un duro... todo sea por las sorpresa y por echarnos unas risas, que si no es muy aburrido. Y como en principio le íbamos a regalar un libro de sudokus y una peluca, pero al final surgió esto, los sudokus serán para mi madre, aderezados con un vale para que elija una radio (no me atrevo a escoger una, con los gustos que tiene mi madre). Ah, bueno, y la segunda parte de "Mi familia y otros animales", de Gerald Durrell, para mi hermano, que lo compré esta mañana. Lo raro es que aún no tengo regalo para mí misma, ritual que suelo hacer invariablemente... no sé, ya encontraré algo.
Así que nada... ¡¡feliz noche a todos!!
2 imaginan conmigo:
nena...parecen calcadas, jajaja...oye, se me olvidó lo de limpiar los zapatos...menudo era mi padre! había hecho dos post, uno narrándo esa noche, desde que éramos pequeñas mis hermanas y yo, pero se me hizo muy largo. Por eso finalmente publiqué el otro. Pero el guardado, es muy similar al tuyo...y ya sabes...aprovecha para guardarte magia para todo el año...hoy la hay a tuttiplen...un besito guapa...en la cabalgata, se me ve a distancia...fíjate, que empiezan a pasar coches delante mio pensando que estoy en verde...joeerr...qué malo, vale, me largo...adios.
Cariño, y yo..que soy mayor que tú...me pongo nerviosa también cuando veo la cabalgata. Este año no puede ir pero voy siempre, me encanta ver la cara de ilusión de los peques. Por cierto, no sé porque no te tenía en la lista del trici pero con tu permiso te he puesto vale.Un beso e insisto lo que comenté en mi post...NO ERES BOBA:-)
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