Aquel día se quedó dormida nada más llegar a casa. Un día duro. Cuando despertó, había llorado tanto que su cama flotaba en un mar de lágrimas. Vio su paraguas, se vio a sí misma aún con el traje de calle, dormida antes de poderse meter en el pijama de rayas naranjas, y se volvió a agarrar a la almohada blanca. Se quedó mirando al vacío del mar de lágrimas y tuvo frío.
Se durmió sonriendo ante el amanecer de un nuevo día.
5 imaginan conmigo:
Bonito sueño, me pregunto a veces que pasaría si nadara en mis mares de lágrimas, si quedaría para siempre impregnada en tristeza...por si las moscas, prefiero no hacerlo. Besos, Zana.
Carlota: no, mejor no lo hagas jaja. Por si acaso. Un beso.
Es muy bueno dormirse en un mar de lágrimas. Cada una de ellas nos hace conscientes de las distintas realidades... que no son siempre las nuestras.
Y cuando nos despertamos, podemos afrontar un nuevo sueño.
Ufs...yo tengo epocas de mucho llanto y sueño cosas por el estilo. Pero nunca es un mar de lágrimas son mis lágrimas que caen al mar...no es lo mismo:-)
Realmnt lindo...
me alegro deq escribas... aveces el dejar salir lo d dentro tuyo es agradable...
ya sabes q me encanto esto y lo q opino d "ello"
sigue escribiendo wapa...
bssssssssssss ;)
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