CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

martes, 3 de noviembre de 2009

Como los ojos del Guadiana


Ahora sí, ahora no.

Definitivamente, mi portátil cascó. Ayer llegó el recambio: el ordenador viejo del pueblo, mi pequeñín, una reliquia del pasado. Y fíjense ustedes cómo será el asunto, que estoy tan desintoxicada de las tecnologías cibernéticas que ni lo he tocado. Por no tener, no tiene casi ni memoria, ni grabador de CD o DVD, ni entradas USB, ni Wi-fi, ni todas esas moderneces a las que ya estamos acostumbrados. ¡Pero me encanta! Tampoco necesito más, he aprendido que no es tan importante. Y me hacía falta, no lo negaré. ¡Tantas horas perdidas!

Así que, como ven, estoy toda feliz con mi chatarrilla.

Por lo demás, sigo apareciendo y desapareciendo. Aprovecho mejor el tiempo, pero aun así este año va a costarme sudor y lágrimas. El curso que viene lo tengo reservado para la aventura Erasmus, que, aunque a veces me asusta, me llama con intensidad desmedida. Me atrae, me insiste. No veo la hora de retarme y abandonarme al futuro. ¡Ilusión!

¡Adelante! A veces desaparecer y volver a aparecer... te hace verlo todo más claro. Sea.