CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

martes, 12 de agosto de 2008

Morriña

Hay días que no puedes evitar que la morriña te atrape, te sacuda por dentro y te deje hecha un guiñapo. Nunca he sido especialmente morriñosa; en realidad siempre he sufrido de todo lo contrario, y esta situación... no sé por dónde cogerla.

Yo era la típica niña que los dos primeros días de campamento no tenía amigos, y al tercero ya ni me acordaba de mi casa y estaba perfectamente integrada entre nuevos amigos y nuevas situaciones. Y claro, al final nunca quería volver a casa. A pesar de eso, sólo he llorado en una ocasión, al ver marchar en autobús a los compañeros que venían de Extremadura y de Asturias... quince días de amistad, y verlos marchar me partió el alma. Pero las cosas pasaban, los echabas de menos unos días y luego volvías a habituarte a tu vida normal en tu casa.

Al pasar del colegio al instituto no hubo muchas bajas, con lo cual nunca eché de menos a nadie, todos estaban ahí, y cuando pasé del instituto a la universidad, lo que quería era un cambio, y por ende ni se me pasó por la cabeza echar de menos a nadie. Ni siquiera a mis amigas más cercanas, aunque me gustaba volver algún fin de semana y volver a estar con ellas. Pero no era dependencia, no era lo mismo. Soy de la opinión de que las mejores cosas estarán aún por venir (y que cada época tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, no nos equivoquemos). Aun así, no tengo un recuerdo precisamente enmarcado de mis años de instituto, especialmente de los dos últimos. No es algo que recuerde con emoción y añoranza. Prefiero estar donde estoy.

Hará dos años estuve quince días en Alemania, en Frankfurt, y puedo decir que no eché de menos a nadie. Absolutamente a nadie. Tengo la manía de adaptarme no bien, sino demasiado rápido quizá, allí adonde vaya, sin pensar apenas en lo que dejo atrás.

Pues bien, ahora eso se ha vuelto contra mí. Hoy estoy de morriña total, a pesar de que pensé que lo iba a llevar mejor, que no iba a echar de menos a nadie... en fin, siempre encontramos alguna debilidad, y creo que yo he encontrado la mía.

Te echo de menos.

7 imaginan conmigo:

Luchida dijo...

Hola!! A mí me ocurre algo parecido. No echo de menos a nadie, salvo a mi novio... Puedo pasar años sin ver a amigos cercanos, pasar meses sin ver a la familia, incluso años. No es que no los quiera como suele pensar la gente es simplemente que si sé que están bien no me hace falta verlos. Eso sí, si sé que están mal me desvivo por intentar verlos. Será cosa del carácter de cada persona, supongo.
Me imagino que esto es positivo pues nunca echo raíces, no me importa ir de un lado a otro, no me importa romper con todo y no me importa dejar atrás las cosas. En tres años que llevo viviendo en esta ciudad he vivido en 5 casas diferentes con gente diferente y aunque a veces fui feliz no lo echo de menos. Supongo que mejor ser pasota que demasiado nostálgica. ¿No te parece?

Lady Midnight dijo...

Creo que te entiendo demasiado bien, pues a mí me resulta harto dificultoso crear vínculos con la gente. Sin embargo, tras años en este punto, hace un par de meses me dejé engatusar por palabras bonitas y me enamoré de la persona equivocada. Ahora todo ha vuelto a la normalidad, gracias a los dioses, pero sí he echado de menos a esa persona. Más de lo que me gustaría. Así que bueno, sé fuerte, porque tan pronto como te das cuenta de que echas de menos a alguien te das cuenta también de que ya no le necesitas.

¡Un abrazo!

Zanahoria dijo...

Eso me pasa a mí, Luchida, que sé que están bien, no me hace falta contacto constante, aunque sí, cuando ocurre algo malo soy la primera en preocuparme y en acercarme a intentar ayudar.
Estoy de acuerdo, ser pasota te ahorra en cierto sentido el sufrimiento de ser demasiado nostálgica... de todas formas, la cosa es que sólo me ocurre con mi novio, al igual que a ti... es raro jaja. Pero supongo que quiere decir que es una parte que me completa, y por eso lo echo de menos. Lo ideal... supongo que un punto intermedio, como todo. De momento, me alegra la idea de volver a verlo la semana que viene, aunque luego pase mucho tiempo hasta la próxima vez.
Al menos sé que lo he intentado.

Hay algo en lo que no estoy de acuerdo, Lady Midnight. En tu caso no sé, pero si yo le echo de menos es porque me hace falta, porque es ya una parte de mí y me cuesta funcionar sin esa parte, como si sólo pudiera respirar por un pulmón, aun sabiendo que tengo otro. Precisamente por echarlo de menos es cuando me doy cuenta de lo mucho que lo necesito a mi lado.
No es que lo eche de menos porque ya no estemos juntos, sino porque me gustaría estar con él y la distancia y el trabajo no me lo premiten, y por eso me hace tanta falta.
De todas formas... te entiendo, a mí también me cuesta crear vínculos, conocer gente, trabar amistad... pero cuando lo hago, quizá a veces me vuelvo demasiado afectiva, a pesar de que sea la primera vez que echo a una persona de menos. Por eso precisamente sé que me importa y que lo que siento es de verdad, y que es correspondido.
Y si un día resultara que me he dejado engatusar por palabras bonitas... la primera en admitirlo seré yo, pero me cuesta siquiera pensar que eso suceda.
No sé, simplemente le echo de menos... y en mi caso, sí le necesito. Ahora más que nunca.

Lady Midnight dijo...

Yo le echaba de menos cuando había algo, te he entendido a la perfección... lo que pasa es que la distancia Galicia-Jaén se notaba bastante, XD. Pero bueno, ahora cada una por su lado y punto; y casi mejor así.

Luchida dijo...

Me ha gustado leer tu comentario en mi blog. Ver que hay gente en tu misma situación que te entiende y demás es un gran alivio. Muchas veces me han llamado egoísta o desagradecida pero la verdad es que no creo que lo sea. Es simplemente que después de haber sufrido tantos años no me queda másremedio que hacer borrón y ncuenta nueva para que no me sigan afectando sus comentarios sobre mi.
Y por cierto, si yo hubiera hecho cualquier filología sí habría estado bien para ella porque son licenciaturas, no diplomaturas... Que para ella ¡no es lo mismo! porque Magisterio no es ni carrera (aunque esté en la universidad). Vamos, que han sido momentos difíciles...
Espero que sigas siendo muy feliz con tu chico. Un beso muy fuerte!!

Sombra de Luna dijo...

No me lo puedo creer! por fin he conseguido llegar a tu blog, leerte, y poder darte las gracias por todos los comentarios que me has regalado...
cada vez que intentaba entrar en tu blog, me ponia que tu perfil no estaba disponible y no sabia como llegar hasta aqui... he llegado desde el blog de luchida....
te agrego a favoritos para seguirte la pista! muchos besos

Zanahoria dijo...

Aunque es más lejana la tuya, la distancia Santander-Valldolid también se nota... ¡qué ganas tengo de empezar el curso! Y qué raro que yo diga esto jajaja.
Un beso, Lady Midnight!

Me alegro que te haya gustado mi comentario, Luchida, y no te infravalores nunca, cada uno estudia lo que le gusta y se le da bien y punto. Que seas muy feliz tú también con Peter, le dices de mi parte que te cuide mucho!
Un beso.

Jajaja, bienvenida, Sombra de Luna!! Me alegro de que hayas conseguido llegar :)
Besos!