
Es melancólico ver llover sobre el río cuando el bus pasa los puentes, de camino a casa, a la facultad o a algún sitio lejano que el arco iris aún no conoce.
No me gusta demasiado usar el autobús, pero reconozco que tiene su encanto, siempre y cuando no vayas como una sardina en lata, que también ocurre. Tiene algo de artificial, de escaparate. La gente de dentro mira a la de fuera, y la de fuera observa desde los pasos de peatones.
Es divertido imaginar quién es toda esa gente que va contigo: la señora del paraguas, el hombre del cupón, la mamá desesperada, el niño llorón, la abuela que viene de hacer la compra en el mercado, la que llega tarde al trabajo, el que mira disimuladamente las curvas de las veinteañeras.
Es divertido imaginar que ellos te imaginan, y que los cristales del autobús borrarán tu silueta cuando te alejes, mientras observas el pequeño universo sobre ruedas desde un paso de peatones cualquiera.
4 imaginan conmigo:
Muy bonitos pensamientos!
Un saludo y que tengas un gran día!
Este mes, aunque no sea a través de los cristales de un autobús, yo también he experimentado esos pensamientos... ver a la gente caminar e imaginar quiénes son, qué hacen, por qué... y sí, es divertido, debo reconocerlo!^^
Un besito, guapa.
jejeje....es como estar en una burbuja y ver las profundidades del mar.
entre los pasajeros del bus, se genera un puente, una unión. ellos están en el mismo lugar donde estás y ellos miran lo mismo que vos estan mirando.
ellos miran la gente caminar, escuchan las bocinas.
existe una unión en el bus, que se pierde...al descender.
un besito
Hay viajes en autobús llenos de magia =)
A mí tb me gusta jugar a inventar, y aunque no quede bien decirlo... a veces escuchando conversaciones tb descubres muchas cosas, jejejeje! :P
Un besazooo!
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