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sábado, 26 de enero de 2008

Los signos del hogar


Home, sweet home.

Ayer volví a casa, y ahora ya me encuentro feliz y plena de energías en mi pequeño aposento. Qué gusto cuando uno está en casita.

Se nota en varios detalles:


  1. Que huele a tu casa
  2. Que se está calentito según entras
  3. La ducha
  4. Tu cama
  5. Tu sitio del sofá
  6. El que se pueda leer en el balcón
  7. La temperatura de la calle cuando hace sol
  8. Tu cuarto
  9. Las comidas de tu mami y tu abuela
  10. Esa tranquilidad y esa pachorra!!
Lo primero es ese olor a casita nada más entrar, la colonia de tu madre... mmm, todo huele a casa. Lo segundo, que entras y hace calorcito (obvio, aquí saben lo que es una calefacción en condiciones).

Luego ya, la cama, TU cama, ese sitio inigualable para dormir, en ningún sitio se duerme mejor que en tu colchón, entre tus sábanas y tu edredoncito de rayas. Pero claro, tanto tiempo atonta, y ahora que duermo en una cama sin paredes, al volver aquí y darme la vuelta en la cama, los leñazos son considerables, claro. Que se lo digan a mi madre, que me oyó esta noche dar porrazos a la pared y pensó que me estaba matando a cabezazos.

Y claro, la ducha, ese sitio maravilloso donde el jabón y el champú también huelen a casita... y ahora ya parece que soy un elemento más de la decoración, oliendo a casita por fin... mmm. Hogar, dulce hogar.

Tras la ducha, el pelo se seca en el balcón... porque claro, aquí tengo balcón, y se puede salir a leer al sol porque hace bueno, y se puede estar en la calle en jersey... mientras que allá tengo que salir a la calle embutida con abrigo, bufanda y a veces hasta gorra.

Y bueno, la mítica película de por la tarde vista desde tu lado del sofá, repanchigada, en calcetines y con los pies escondidos tras el cojín favorito. (Por cierto, esta tarde me he enterado de que echan "Las brujas de Eastwick" a las 4 en la cadena homónima, jeje, me toca sí o sí).

... Y estudiar en tu mesa... que, aunque sigue siendo estudiar, parece que te sientes hasta de otra manera haciéndolo. ¡Ah! Pero lo mejor de todo... ¡que me hagan la comida y no tener que hacerla yo! Ya sé, vagancia, pero... nada como las comidas de mi mami... y mañana, nada como las comidas de mi abuela... !!!

Pero lo mejor de todo es esa tranquilidad que se te queda, esa pachorra, esa sensación de vacaciones!! (Que bueno, sí que lo son, porque hasta el 18 de febrero no hay clase!!)

En fin...

Hogar, dulce hogar!!

4 imaginan conmigo:

Carlota dijo...

Mira: todavía cada vez que voy a casa de mis padres, siento las mismas sensaciones que tú...sobre todo si voy sola...hay días, que por ganas, me quedaría allí a dormir, sin preocupaciones, con todo hecho...sentarte entre ellos en el sofá a ver la tele, o a hablar, las comiditas de mamá, que por mucho que intentes imitar, jamás salen iguales, ese orden que nunca se desordena, pues no hay niños para hacerlo, y lo mejor de todo, la paz...el silencio...sé que un día tendré paz y silencio para dar y tomar, pero ahora, lo añoro tanto...así que disfruta de tu casa todo lo que puedas. Un besote.

Kiri dijo...

Hogar dulce hogar...no hay nada mejor que estar en "casita" me alegro mucho que puedas disfrutar de todo lo tuyo, así podrías estudiar mejor:-). Un beso y me alegro por ti.

alfonso dijo...

Que felicidad ver la facilidad con que se descubre el Meditarráneo otra vez. Me voy, huele a merendilla.

Zanahoria dijo...

Carlota: ayyy qué gusto. Qué razón tienes jaja. Un beso.

Kiri: gracias! la verdad que sí, para estudiar y para todo, lo mejor es estar en casita. Besos!

Ñoco: el Mediterráneo no, el Cantábrico!! jeje. Me voy que huele a desayuno por aquí. ;) Un beso.