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martes, 30 de septiembre de 2008

Donde empieza y acaba



Aquí fue donde empezó y acabó la aventura. Adonde llegué asustada y soñolienta, y de donde me fui cansada y deseosa de ver a mi gente.

A las 4 de la mañana, hora de Londres, me acerqué muerta de sueño y de hambre al Caffè Alba, el mismo de la foto. Llevaba toda una noche sin pegar ojo, aguantando las parrafadas de italiano de la mamá sobreprotectora al pequeño Fausto, las parrafadas de la argentina a su novio en la fila de asientos de detrás, el frío helado que parecía que se colaba hasta lo más profundo de tu ser, el chico de la máquina de la limpieza, moviendo bancos aquí y allá, los cajeros de la oficina de cambio de divisa, aburridos y bostezando, un poco más lejos los que aún jugaban con los portátiles, también la gente durmiendo como podía: algunos en el suelo, con sacos, otros acurrucados junto a otra persona, los más se quedaban cabeceando en la butaca, algunos hasta arropados con mantas.

Era imposible dormir, al menos para mí. Así que decidí aceptar la invitación del letrero luminoso del Caffè Alba, 24 hours a day, que llevaba tentándome casi toda la noche con el rico aroma a café. Pido un capuccino, pruebo y me quemo al instante. Maldigo y me muerdo la lengua en silencio. El dolor me durará tres días.

Vuelvo y me acomodo en mi asiento, intento tomar café con filipinos, pero mi lengua lo rechaza, la pobre está hecha polvo. Intento leer, mis ojos se cierran, pero me echo y no puedo encontrar una posición cómoda. No puedo dormir, tampoco puedo estar despierta.

En el avión para Berlín, casi antes de despegar, mi cuerpo dice que no puede más. Por fin me quedo dormida.

******

Han pasado 21 días, pero el aeropuerto parece el mismo. Los bancos ya no están colocados en la misma posición, pero ahí siguen la oficina de cambio y el chico de la máquina de la limpieza. Compruebo con una sonrisa que el Caffè Alba sigue donde lo dejé, en la esquina y con su cartel reluciente y tentador.

Cansada, sin haber apenas dormido en una semana (semana de despedidas, de risas y fiestas y de alguna que otra pena), busco un sitio donde llenar mi revuelto estómago (tanto viaje, tanto sueño y tanto alcohol) y me decido por un italiano, Ponti's.

Sigo la cola y me siento sola en una mesa al principio. Un chico con el uniforme del restaurante se me acerca y me pregunta, curioso: "¿Eres española?". Sorprendida, le digo que sí. Me cuenta que es de Roma, que tiene una novia en Gijón y que lleva un año en Londres. Intercambiamos palabras cuando no hay clientes a la vista, cuando están nos reímos a veces de sus reacciones. Al final termino de comer y me dice que me invita a un café cuando salga de trabajar, a la una y media. Facturo la maleta y nos encontramos a la hora convenida. Le sigo por el aeropuerto, y me lleva al Caffè Alba. Sonrío.

Allí termina la aventura, en el mismo café. Cuatro horas más tarde, seis pares de brazos de reciben de nuevo.

Estoy en casa.

11 imaginan conmigo:

Luchida dijo...

Vaya vaya, ya has vuelto :D Me ha gustado mucho lo que has escrito. Por lo menos el camarero te alegró un poquito el día. Nunca he estado sola en un aeropuerto pero no creo que me gustara xD ¡Siempre me puede el aburrimiento!
Un besico :D

Abuela Ciber dijo...

Deseando que hayan sido dias enriquecedores en tu preciosa vida, recibe mi cariñoso abrazo de bienvenida.

Sombra de Luna dijo...

Bienvenida...es curioso lo que puede suceder en un aeropuerto...y lo bonito que es conocer gente nueva que te haga pasar un rato agradable charlando.
un beso

alfonso dijo...

que resople...

aparezco, como el Guadiana...

Un besito.

Anónimo dijo...

Bienvenida, guapísima!^^
Tenía muchas ganas de volver a leerte y de que nos contaras tus aventuras por tierras alemanas.
Espero que hayas conocido a mucha gente, que lo hayas pasado fenomenal, y que hayas tenido una especial estancia en Berlín... Bueno, por lo que has escrito, no lo espero, lo supongo!^^

Un besazo enorme.

manu dijo...

jejeje. muy bien narrado.

no hay como volver a casa!!!

dale un poco de reposo al estómago por tanto alcohol y disfrutá de tu hermosa cama y de la comida tan rica. jejeje.

saluditos!

Carlota dijo...

Pues bienvenida, aunque cuesta retomar a veces la vida habitual... un beso!

Anónimo dijo...

Guapísima!
Tengo una cosita para ti esperándote en mi blog, cuando puedas pásate a recogerlo, vale?^^

Un besazo enorme: MUUUUAA!!

Abuela Ciber dijo...

BUEN FIN DE SEMANA QUE LO DISFRUTES!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Los aeropuertos pueden llegar a ser mágicos, verdad? ^^

1 besazooO!

Abuela Ciber dijo...

Que tengas un buen fin de semana!!!!

Cariños